vazquez     Hoy se celebra el "Día del Libro", un acontecimiento que cada 23 de abril nos recuerda que están ahí, vivos, entre nosotros, para descubrirnos mundos, historias, fantasías, memoria, poesía... todo lo que el ser humano necesita para ser un poco mejor, para vivir una existencia llena de alicientes y metas. Los libros forman parte de nuestra vida y, aunque en ocasiones nos parezca banal decir "me he comprado un libro", "estoy leyendo un libro", "he disfrutado un montón leyendo...", lo cierto es que son una de las razones (al menos para mí) por las que merece la pena vivir.

     Terminé hace unos días su lectura y hoy os quiero recomendar "La vida perra de Juanita Narboni", de Ángel Vázquez.

     Pequeña reseña

     Con Ángel Vázquez (1929-1980) todo es impredecible y extraño. Hasta la forma de ganar el Planeta en 1962 con "Se enciende y se apaga una luz", por descalificación de la novela que había ganado en principio. Escritor fuera de nómina se le ha llamado alguna vez, un escritor marginal que nació en 1929 en esa tierra de nadie que fue Tánger desde la conferencia de Algeciras hasta la independencia de Marruecos. En 1965, después de la muerte de su madre, se traslada a España, publica su mejor novela, "La vida perra de Juanita Narboni" en 1976 y muere el 25 de febrero de 1980 de un ataque al corazón. Ardua y discontinua en su redacción, brillante en su resultado final, "La vida perra de Juanita Narboni" es la novela de Tánger, de su protagonista-narradora femenina, que muere cuando muere Tánger, y del lenguaje con el que se expresa en un soliloquio desgarrado más que en un monólogo interior.