“En una fiesta, un presunto intelectual inglés me preguntó por qué escribía siempre sobre la angustia. ¡Como si fuese perverso hacerlo!... Me marché de la fiesta en cuanto pude y tomé un taxi. En la mampara de cristal, entre el taxista y yo, había tres rótulos. En uno se pedía una caridad para los ciegos, en otro una ayuda para los huérfanos, en el tercero un donativo para los refugiados de guerra. No hay que ir muy lejos para buscar la angustia. Nos grita a la cara dentro incluso de los taxis de Londres”
“Godot se lo pasa pipa al lado de esta desolación y esta penuria: (“Dios me valga, otra cosa no sé hacer”)”
A vueltas quietas
“Necedad… necedad para… para qué… cómo se dice… necedad de esto… todo esto… necedad desde todo esto… de todo esto… entrever al parecer… entrever… necesidad al parecer de entrever… tenue a lo lejos allá lejos que… necedad de necesitar al parecer… entrever tenue a lo lejos allá lejos qué… cómo… cómo se dice… cómo se dice…”
Finnegans Wake
“Anhelar la mente susodicha largo tiempo perdida para el anhelo. La susomaldicha. Hasta ahora susomaldicha. A fuerza de largo anhelo perdido para el anhelo. Leve anhelo en vano aún. A más leve aún. A lo levísimo. Leve anhelo en vano del mínimo anhelar. El mínimo anhelo indisminuible. Inaquietable mínimo en vano de anhelar aún.”
“Paradójicamente, es en la forma donde el artista puede encontrar una solución de alguna clase. Se trata de dar forma a lo informe. Probablemente sólo en ese sentido podría existir una especia de afirmación subyacente”.

Por Fin Teatro

Una página web dedicada al teatro, a mis pensamientos y a los de Samuel Beckett. El teatro como forma de vida...

VUELA, VUELA, PARA, PARA

VUELA, VUELA, PARA, PARA

(Tras disfrutar con el Pregón Oficial de la Feria de Torreprogil que dió Luís Foronda)

En un instante,
sublime,
toda la nostalgia aflora,
emotiva, cautivante,
con su traje de domingo
en remolino excitante
de recuerdos y vivencias
que dejaron en el tiempo
estaciones de paso,
por las que el tren
de nuestras vidas
fue rápido hasta un futuro
que, quizá,
imaginamos mejor.
Luís nos hizo ver,
con imágenes cercanas,
el paso inmisericorde
del tiempo y sus fantasmas;
la vida que nos dieron,
el beso que nos robaron,
la caricia de la madre,
los zapatitos de charol
y las 12 pesetas
para el carrusel y un regaliz.

Volamos alto, sí,
volamos despacio,
rasantes, en picado,
y las historias de la calle,
filosofía y gramática parda
que no necesitó maestros
para inculcarnos respeto
y valores conservados,
removieron la memoria
adormecida del presente
con parada y fonda
en lo entrañable,
lo cercano.
Somos tiempo
y recuerdos,
memoria y olvido,
pasado y presente,
deseantes perpetuos quisiéramos
de un mundo cambiante,
a contracorriente siempre,
a veces volátiles,
en ocasiones sinceros.
La vida nos marca
el camino,
nosotros lo seguimos
rápido,
sin tregua;
pero estos momentos
de certezas compartidas,
son el anhelo de
querer vivir, morir,
soñar, tal vez...
Alentando un pasado
que nadie nos robará.

CON DE HUMOR EN ÚBEDA
LA BUHARDILLA DE TÍA MAITE
 

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