Quiero que me hagas pedazos y vuelvas a reconstruirme, transformes mi cara, mi cuerpo y me renueves el alma. Tal como me dijiste un día, nuestros cuerpos, nuestras sangres se mezclarán. Esos pensamientos son los únicos que me mantienen vivo esas noches de deseo y de nostalgia, son el bálsamo del dolor de tu ausencia.

    Amor mío, desearía que pudiéramos aún encontrarnos en esa pasión atropellada con la que nuestras noches de deseo nos arrebataban el sentido.