El majestuoso escenario del Auditorio Municipal "Torres Oscuras" de Torreperogil, será testigo de la puesta de largo del nuevo espectáculo de nuestra compañía "Porfinteatro". El día: sabado 28 de julio. La hora: 10 de la noche. Os invitamos a disfrutar 90 minutos de sueño de una noche de verano, de arte escénico en femenino.
Al acometer con mi grupo esta propuesta escénica, les hice comprender a las actrices, al grupo de bailarinas, a mi ayudante de dirección y a la jefa técnica, que debíamos buscar las formas para expresar lo trágico contemporáneo. Porque nos hace falta recuperar la intimidad contra la fosa común, y porque, como compañía comprometida desde su formación con el teatro social, creemos que hace falta “representar la angustia privada en un escenario público” para devolverle al hombre el llanto que le convierta en un ser lúcido. Porque la guerra no termina cuando se firma la paz. La guerra se prolonga durante generaciones de odio y resentimiento...
Por eso hemos querido dar la palabra a las mujeres, para que desde un escenario denuncien la barbarie que (hoy como hace 4000 años) producen los conflictos armados: ellas han sufrido y sufren violaciones, la humillación, la pérdida de seres queridos… En su nombre, con esta “performance” trabajada desde el movimiento y la palabra, nuestras actrices dan un paso al frente contra la impunidad histórica de los asesinos y militares. Sus palabras, sus testimonios son hoy la única posibilidad de memoria, la previsión contra la repetición de los horrores. Y sus nombres, que no se nos olviden, son: “Hécuba”, “Medea”, “Antígona”, “Ofelia”, “Nora”, “Adela”…
Con una puesta en escena “a corazón abierto”, aprovechando todas las posibilidades que el espacio nos aporta, utilizaremos cualquier zona de nuestro Auditorio Municipal “Torres Oscuras” para mostrar una historia que se reescribe a medida que avanza la acción, y en la que la magia del teatro ocupará las sillas vacías de las que, a lo largo de la propia historia del teatro, han sido injustamente condenadas al olvido.
go de la propia historia del teatro, han sido injustamente condenadas al olvido.