El movimiento que agitó los escenarios españoles desde comienzos de los años 80, sorprendió por su creatividad y hubo mucha gente que se preguntaba de dónde había surgido. Sus retos creativos eran grandes: no existía imaginario poético, pues el largo período de la dictadura no había creado ningún caldo de cultivo escénico para experiencias renovadoras como las que, desde la danza, se habrían paso en todo el mundo. Cuando muchos de esos jóvenes salieron a estudiar al extranjero y volvieron a final de los 70, se percibió que estaba surgiendo una generación de fuerte personalidad creativa.
. Han pasado casi 40 años y, sin embargo, desafortunadamente, la posibilidad, como sucede en otros países, de remontar coreografias o establecer un repertorio de danza contemporánea, aún no ha fructificado en nuestro país. Esos años fueron tiempos de encuentros compartidos y camaradería profunda. Existía en los festivales, encuentros mo muestras, una energía de la que hoy siento mucha nostalgia. Quizá correspondía a la vitalidad de aquella generación que inventaba, día a día, diferentes estrategias para crear desde el escenario vivo.
Es evidente que necesitamos la memoria en la continuidad de este fenómeno cultural llamado "danza contemporánea" que, desde sus orígenes hasta la actualidad, ha estado lleno de nombres importantes para la creatividad escénica y que, sin embargo, muchas veces no han estado lo suficientemente valorados. Por eso es importante poner en valor a este sector cultural comprometido, resistente y resiliente, que aún hoy, a coimienzos del 2021, está sometido a una intensa precariedad en cuento a la producción y circulación de sus propuestas.
En Torreperogil fuimos, como en tantas otras iniciativas culturales, pioneros en promover la danza contemporánea en la oferta cultural de la localidad. Desde Teatro "Arena" impulsamos un festival que, con 5 ediciones a sus espaldas, suposo que toda la producción provincial de esta disciplina, junto a propuestas nacionales de hondo calado artístico, auparan las "Noches en Danza" como evento de referencia. Pero (no podemos ser vehementes con quienes hicieron y continúan haciendo invisible lo que desde 1979 ha acuñado la factoría "Arena" en este rincón de La Loma), ni Junta de Andalucía ni Diputación fijaron su sello en iniciativa alguna que tuviera el color de la pasión -ahora entendemos que era el morado- que el colectivo de "locos maravillosos" ponía en sus proyectos. ¿Quizá porque no cultivamos la costumbre de visitar los "cenáculos" del poder?
Estas noches de danza al amparo de la municipalidad y al abrigo de la memoria historica de las "Torres Oscuras" desaparecieron, huérfanas de una caricia, de un simple empujoncito de aliento... Y el caso es que, con nostalgia, ahora pienso que la importancia que sabíamos tenían nuestras iniciativas, venía de la actitud y la convicción de que estábamos realizando una tarea artística cargada de compromiso, vitalidad y sentido histórico. Por eso ahora que el tiempo acalla la indiferencia y anima las pasiones, aquí os dejo este recuerdo de aquellas "Noches en Danza" que, al fresquito de agosto, vivimos en el Auditorio Municipal "Torres Oscuras" de la villa de Gil de Zático.