“En una fiesta, un presunto intelectual inglés me preguntó por qué escribía siempre sobre la angustia. ¡Como si fuese perverso hacerlo!... Me marché de la fiesta en cuanto pude y tomé un taxi. En la mampara de cristal, entre el taxista y yo, había tres rótulos. En uno se pedía una caridad para los ciegos, en otro una ayuda para los huérfanos, en el tercero un donativo para los refugiados de guerra. No hay que ir muy lejos para buscar la angustia. Nos grita a la cara dentro incluso de los taxis de Londres”
“Paradójicamente, es en la forma donde el artista puede encontrar una solución de alguna clase. Se trata de dar forma a lo informe. Probablemente sólo en ese sentido podría existir una especia de afirmación subyacente”.
“Godot se lo pasa pipa al lado de esta desolación y esta penuria: (“Dios me valga, otra cosa no sé hacer”)”
A vueltas quietas
“Necedad… necedad para… para qué… cómo se dice… necedad de esto… todo esto… necedad desde todo esto… de todo esto… entrever al parecer… entrever… necesidad al parecer de entrever… tenue a lo lejos allá lejos que… necedad de necesitar al parecer… entrever tenue a lo lejos allá lejos qué… cómo… cómo se dice… cómo se dice…”
Finnegans Wake
“Anhelar la mente susodicha largo tiempo perdida para el anhelo. La susomaldicha. Hasta ahora susomaldicha. A fuerza de largo anhelo perdido para el anhelo. Leve anhelo en vano aún. A más leve aún. A lo levísimo. Leve anhelo en vano del mínimo anhelar. El mínimo anhelo indisminuible. Inaquietable mínimo en vano de anhelar aún.”

Por Fin Teatro

Una página web dedicada al teatro, a mis pensamientos y a los de Samuel Beckett. El teatro como forma de vida...

CON LOS OJOS DE LOS OTROS

    Oír y escuchar, mirar y ver son tan parecidos y, a la vez, tan diferentes que nos arrastran hacia las trampas del lenguaje. Y la acción dramática no podia ser menos.

    Tiempo de espera. Nueva realidad. Miro a mi alrededor y veo enormes telones que no me dejan ver el escenario. El telón es de una densa calima y de un viscoso y oscuro mar.

    Estoy confuso, perdido ahora. Tres meses de inacción dejan huella. ¿En qué dirección caminar? ¿Hacia qué lugar del horizonte dirijo la mirada? ¿Por dónde comienzo mi travesía? Tendré que esperar a que se disipe el humo y pueda ver, con claridad, el paisaje. Tendré que esperar a que se levanten todos los telones para que se haga visible aquello que es invisible...

    Pero me urge crear, contar, soñar, representar. Cuando las aguas del mar Mediterráneo sean cristalinas podré contar uno a uno todos los ahogados que huían de la miseria y de la guerra. Cuando el humo de las bombas haya desaparecido buscaré entyre los escombros, levantaré los bloques quebrados de los edificios, y sacaré todos los cadáveres.

    Violencia visual. Incertidumbre. Costumbres nuevas. Las escenografías muestran un mapa donde los laberintos se superponen uno tras otro formando un extraño juego de espejos. Desde mi butaca preasignada aún veo largas caravanas de refugiados que huyen de la guerra. Otros escapan de la pobreza y del miedo para estrellarse contra fronteras levantadas con fusiles y concertinas.

    Hablar. Luchar. Denunciar... Pero la función no termina y todo sucede con el telón echado. No hay silencio y, en cambio, todo está en absoluto silencio. Y yo espero el final para gritar con todas mis fuerzas, aunque sea en silencio, cada uno de los nombres de los personajes que recorren el escenario en todas las direcciones.

    Mutis por el foro. Oscuridad. Telón. Es posible que al final se levante el telón y, aunque esté lleno de la humedad de la muerte, todo deje de ser invisible. Y esta nueva realidad nos anime a contar la verdad: que hemos cambiado, aunque haya costado un millón de muertes.

¡NOS RECONSTRUIMOS! ¡ALEGRÍA!
"EVOLUTIO", O LA MANZANA DE LA DISCORDIA

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