1. Déjame decirte, diosa denostada, dónde decidimos dejar dolorosas dádivas definitorias. Dónde discolos deseos denotan discursos discrepantes desde dimensiones desconocidas. Decididamente discretos, descentramos deseos divinamente donados.
2. Soledad sin sentido, silente sima sesgada sobre sagrado solsticio. Si sobran soluciones, sinsabores, sentimientos..., sácame solo salitre, sedio sin salar sableando sinsabores, saciando sed sacrílega.