VUELA, VUELA, PARA, PARA
(Tras disfrutar con el Pregón Oficial de la Feria de Torreprogil que dió Luís Foronda)
En un instante,
sublime,
toda la nostalgia aflora,
emotiva, cautivante,
con su traje de domingo
en remolino excitante
de recuerdos y vivencias
que dejaron en el tiempo
estaciones de paso,
por las que el tren
de nuestras vidas
fue rápido hasta un futuro
que, quizá,
imaginamos mejor.
Luís nos hizo ver,
con imágenes cercanas,
el paso inmisericorde
del tiempo y sus fantasmas;
la vida que nos dieron,
el beso que nos robaron,
la caricia de la madre,
los zapatitos de charol
y las 12 pesetas
para el carrusel y un regaliz.
Volamos alto, sí,
volamos despacio,
rasantes, en picado,
y las historias de la calle,
filosofía y gramática parda
que no necesitó maestros
para inculcarnos respeto
y valores conservados,
removieron la memoria
adormecida del presente
con parada y fonda
en lo entrañable,
lo cercano.
Somos tiempo
y recuerdos,
memoria y olvido,
pasado y presente,
deseantes perpetuos quisiéramos
de un mundo cambiante,
a contracorriente siempre,
a veces volátiles,
en ocasiones sinceros.
La vida nos marca
el camino,
nosotros lo seguimos
rápido,
sin tregua;
pero estos momentos
de certezas compartidas,
son el anhelo de
querer vivir, morir,
soñar, tal vez...
Alentando un pasado
que nadie nos robará.