“En una fiesta, un presunto intelectual inglés me preguntó por qué escribía siempre sobre la angustia. ¡Como si fuese perverso hacerlo!... Me marché de la fiesta en cuanto pude y tomé un taxi. En la mampara de cristal, entre el taxista y yo, había tres rótulos. En uno se pedía una caridad para los ciegos, en otro una ayuda para los huérfanos, en el tercero un donativo para los refugiados de guerra. No hay que ir muy lejos para buscar la angustia. Nos grita a la cara dentro incluso de los taxis de Londres”
“Godot se lo pasa pipa al lado de esta desolación y esta penuria: (“Dios me valga, otra cosa no sé hacer”)”
A vueltas quietas
“Necedad… necedad para… para qué… cómo se dice… necedad de esto… todo esto… necedad desde todo esto… de todo esto… entrever al parecer… entrever… necesidad al parecer de entrever… tenue a lo lejos allá lejos que… necedad de necesitar al parecer… entrever tenue a lo lejos allá lejos qué… cómo… cómo se dice… cómo se dice…”
“Paradójicamente, es en la forma donde el artista puede encontrar una solución de alguna clase. Se trata de dar forma a lo informe. Probablemente sólo en ese sentido podría existir una especia de afirmación subyacente”.
Finnegans Wake
“Anhelar la mente susodicha largo tiempo perdida para el anhelo. La susomaldicha. Hasta ahora susomaldicha. A fuerza de largo anhelo perdido para el anhelo. Leve anhelo en vano aún. A más leve aún. A lo levísimo. Leve anhelo en vano del mínimo anhelar. El mínimo anhelo indisminuible. Inaquietable mínimo en vano de anhelar aún.”

Por Fin Teatro

Una página web dedicada al teatro, a mis pensamientos y a los de Samuel Beckett. El teatro como forma de vida...

MAREA BAJA

     Yo me salvo cuando duermo acompañado. Yo me salvo diciendo no puedo evitarlo. Yo me salvo si sonrío. Yo me salvo cuando sueño. Yo me salvo si te salvo. Yo me salvo si me miras. Yo me salvo si no paro. Yo me salvo si guardo silencio. ¿Yo?

     Te cuento que existo y no sé bien por qué. Sé que me levanto cada mañana y me activo para cumplir con todo lo que el día me trae. Si me preguntas quién soy, no tendré respuesta. A esta forma de vida la llamo naufragio. A veces te salvas y consigues estar a flote. A veces te da la gana y te ahogas un rato para ver dónde llegas. Pero otras veces es la marea la que baja por sí sola y te ves, y te dices: "¡Joder!". O te echas a reír, o te echas a llorar, o te vuelves loco que para el caso es lo mismo. Y es cuando aparece, con una sencillez terrible, la falta de tu propia esencia. Y miras la foto de comunión que tu madre tiene en el mueble-bar del salón y piensas: "Tío, ¿qué has estado haciendo?" Y miras a tu madre que está sentada en el salón con la mirada en ningún sitio, para ver si... y te viene que ella también se olvidó. Y ese olvido es la marea que vuelve a subir. Y no creas, es entonces cuando te salvas. Te entretienes y te olvidas.

     Marea baja es el momento de reconocerte a ti mismo perdido. Es el vacío.

AVANCE DEL NUEVO TRABAJO DE "PORFINTEATRO"
DOS HISTORIAS DE DESAMOR (Microrelatos)

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