Muertos que escriben sobre sus propias tumbas..., sobre el polvo, voluntariamente, sí. Porque decidieron el olvido y nunca nos dieron la oportunidad que juntos tú y yo hemos tomado como forma de vida, como amuleto sagrado, como divina comunión.
Ahora ellos, que son sombra y no representan ni una gota en el mar, no podrán alcanzar ni el cuerpo, ni las ganas, ni los sueños, ni las manos, ni los besos, ni las mariposas que forjaron nuestro destino, a pesar de los pasos profundos con los que solíamos conformarnos, por un grano de nada, por una pizca de caricias frías, por nada más que hastío.
Muertos secos, perdidos..., espero que descansen..., si es que pueden.