A vueltas quietas
“Necedad… necedad para… para qué… cómo se dice… necedad de esto… todo esto… necedad desde todo esto… de todo esto… entrever al parecer… entrever… necesidad al parecer de entrever… tenue a lo lejos allá lejos que… necedad de necesitar al parecer… entrever tenue a lo lejos allá lejos qué… cómo… cómo se dice… cómo se dice…”
“Paradójicamente, es en la forma donde el artista puede encontrar una solución de alguna clase. Se trata de dar forma a lo informe. Probablemente sólo en ese sentido podría existir una especia de afirmación subyacente”.
“En una fiesta, un presunto intelectual inglés me preguntó por qué escribía siempre sobre la angustia. ¡Como si fuese perverso hacerlo!... Me marché de la fiesta en cuanto pude y tomé un taxi. En la mampara de cristal, entre el taxista y yo, había tres rótulos. En uno se pedía una caridad para los ciegos, en otro una ayuda para los huérfanos, en el tercero un donativo para los refugiados de guerra. No hay que ir muy lejos para buscar la angustia. Nos grita a la cara dentro incluso de los taxis de Londres”
Finnegans Wake
“Anhelar la mente susodicha largo tiempo perdida para el anhelo. La susomaldicha. Hasta ahora susomaldicha. A fuerza de largo anhelo perdido para el anhelo. Leve anhelo en vano aún. A más leve aún. A lo levísimo. Leve anhelo en vano del mínimo anhelar. El mínimo anhelo indisminuible. Inaquietable mínimo en vano de anhelar aún.”
“Godot se lo pasa pipa al lado de esta desolación y esta penuria: (“Dios me valga, otra cosa no sé hacer”)”

Por Fin Teatro

Una página web dedicada al teatro, a mis pensamientos y a los de Samuel Beckett. El teatro como forma de vida...

"MEDEA, LA EXTRANJERA"

     ¡Oh cuerpo encinta de misterio, desde el fondo del liquen, entre sueños de caliente coral, ya te entreabrías a Jasón. Eras ya boca sedienta de semillas, ilímite horizonte! Jasón, Jasón, bien amado en la Cólquide, anterior a su nombre y a sus muslos dulcísimos. ¡Oh, mujer, en el fondo de tu naturaleza sólo un dios ha crecido, sólo un dios al que engulles entre labios suavísimos y húmedos! ¡Oh serpiente de amor inextinguible! Dime, dime, ¿de dónde esa profunda piedra de amor que es anterior a ti? ¿De dónde el fuego oblicuo que tu lengua reparte, esa ancestral, predestinada muerte y belleza? ¡Oh, Medea palpitante, mirándose en antiguas, claras aguas las negras trenzas y el azul turbado de la niñez en las remotas tierras! ¡Oh Medea en hondo eclipse, en sal de luna, herido el corazón, bañada en aguas trémulas: qué milagrosamente te desatas en el cuerpo salvaje, qué cobriza sabiduría surtiendo desde el légano! Ya silbas, oh reptil inspirado por los dioses de la destrucción, y en sombra acechas.

     Ese montón de Medea con espaldas de sangre fratricida, de violentas piernas de secretísima escritura, ese gemido amontonado y solo bajo cielos adversos arde, estalla de amor en roja lava. Cómo brilla el teatro manchado de rubíes asesinos y hermosos. Ojos crecen en semicírculo. Aquí, aquí la herida de la mujer herida duele en todos como boca enconada. Todos buscan el horror y el incendio. El rito, puro, ceba sus mariposas en ceniza.

    ¿Cómo escapar de las lianas verdes? Recógese el teatro en su corola disuelto de rumores y testigos mientras Medea se aleja por las calles, veloz y oscura hacia la noche en calma, manto que no fulmina y es sosiego... Persisten las pavesas en el aire, tenaces, sigilosas. Esa hormiga sin sueño que recorre el corazón, ¿es que no se pacigua?

"RECUERDA, CUERPO"
"LO QUE NOS TOCA DE LOCURA"

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