Una de las seciones que nuestro programa "Teatrerías" de 9laloma.tv dedica al teatro en vivo es "Teatrerías Hechiceras". Aquí una muestra de ello.
Por Fin Teatro
La niña pelirroja, de cinco años aproximadamente, daba vueltas y más vueltas eufórica porque montaba en un carrusel de feria. Era de noche, el pueblo, enclavado en una hondonada de la sierra castellana, parecía un platillo volante de una película de género. En las barracas, los perdigones chascaban con precisión los palillos que sostenían chupa-chups y los novios sonreían amartelados la espera cómplice del apareamiento bajo el manto de estrellas que se avecinaba.
Dafne, que así se llamaba la niña, giraba ausente en el carrusel de feria, montada a horcajadas sobre un estupendo y airoso alazán negro. Le seguían en esta suerte de gran parada obsesiva y superreal sus primitas que basculaban histéricas en hipopótamos amorcillados y jirafas que miraban con la persuasión de personajes de Disneylandia.
Las inflexiones de la música provocadas por las diferentes y complicadas atracciones hacían que el valle, visto desde lejos, pareciera una consagración o un ritual de algún pueblo precolombino.
El carrusel giraba egocéntrico y vicioso mientras una pareja de guardias hacía la ronda con la indolencia de un comedor de pipas. Tres mugidos de vaca fueron suficientes para que todos los animales capturados por Noé se ralentizaran y quedaran estáticos mientras los niños, entre alborozados y drogados, saltaban como por un resorte del cacharro infernal.
VLADIMIR y ESTRAGÓN, dos vagabundos esperan a GODOT... La espera continúa en la segunda escena pero aparecen POZZO y LUCKY, unos desconocidos que resultan ser amo y esclavo. Dialogan con POZZO, le cuentan la espera; les pregunta quién es GODOT y le confiesan que apenas lo conocen. Hay escenas grotescas, divertidas, pequeños incidentes, un monólogo de LUCKY, la partida y regreso de los visitantes de ocasión.
Al final VLADIMIR y ESTRAGÓN saben que GODOT solo vendrá al día siguiente. La incertidumbre los induce a suicidarse, a colgarse del árbol, decisión que aplazan porque sus correas son cortas y frágiles y esperan la aparición de GODOT como última carta de salvación.
La espera hace que VLADIMIR y ESTRAGÓN experimenten la nada, el mundo sin sentido en que viven.
Beckett, Joyce, Kafka, Schönberg, Picasso, representan el arte auténtico prevalecido de cierta aura, opuesto a la realidad existente, a las normas y modelos dominantes.
"Film" , única película de Beckett protagonizada por Buster Keaton, muestra a un personaje inmerso en el ambiente de una habitación, en el que el sonido desplaza el relato. El lenguaje desaparece y sólo queda la instancia del pensar en la soledad.
Este MENSAJE puede valer para cualquier celebración del "Día Mundial del Teatro", pero pensamos que ahora, más que nunca, es el momento adecuado. ¡Viva el TEATRO!
"Porfinteatro" quiere volver a formar parte de la programación cultural de Torreperogil, y para ello propondrá al Ayuntamiento la realización de unas "Jornadas de Circo y Artes Escénicas Alternativas" que se desarrollarían, en el fin de semana del 14 al 16 de agosto, en espacios no convencionales como la Lonja de la Parroquia, la Fuente de Las Conchas de La Mejorana, el Patio de la Casa de la Música o el Paseo del Prado. Habrá circo, música, danza y mucho, mucho humor. Concretaremos más adelante.
1. Una de las paradojas más hondas y capitales de la condición humana es que tememos a la muerte, a la vez que buscamos de forma desesperada la forma que sea con tal de abreviar el tiempo de espera que nos quede. En este sentido, en ninguna obra literaria se ha explotado esta paradoja de manera tan hilarante como en “Esperando a Godot”. Cuando VLADIMIRO propone a ESTRAGÓN que se pruebe sus botas, insiste en que de ese modo, al menos, pasarán el tiempo: (VLADIMIRO: Así matamos el rato. ESTRAGÓN: Un descanso. VLADIMIRO: Un recreo.)
2. Fue al leer “El innombrable” cuando nació mi pasión por el divino irlandés, pasión que dura ya más de 40 años. Por eso, dejando al margen todo lo que se ha escrito sobre el lenguaje que maravilló a toda una generación, me gustaría dejar aquí ese aforismo que todavía hoy me conmueve, cuando el protagonista, inundado por las lágrimas, convencido de que nunca renunciará a seguir hablando, dice: "Yo solo soy un hombre y todo lo demás es divino".
3. Un texto, a veces tan duro y hermético como “Final de partida”, se abre también a la nostalgia, a la metáfora de las invenciones de la infancia: "Luego hablar, rápido, palabras, como el niño solitario que se pone en el sitio de varios, dos, tres, para estar con otros, y hablar con otros por la noche".